Científicos encuentran un sustituto de los microbeads de plástico que es biodegradable y respetuoso con el medio ambiente

La mayoría de productos de higiene personal utilizados a diario contienen plástico entre sus componentes. Los llamados microbeads son pequeñas partículas de plástico (menores a la cabeza de una aguja) que las empresas añaden a productos como cremas, exfoliadores o pastas de dientes y que tienen la función de eliminar las células muertas y limpiar.

Los microbeads acaban vertidos en el agua pasando por las tuberías y llegando hasta estaciones de control de residuos. El problema surge ya que estas partículas son de un tamaño mínimo y no son biodegradables, provocando que pasen por todos los filtros de control y lleguen a los ríos y océanos. El perjuicio, llegados a este punto, es claro, tanto para el medio ambiente como para la fauna que ingiere esta sustancia.



Cabe destacar que la porosidad de los microbeads, hace que muchos contaminantes adicionales como pesticidas, aceites, y otros químicos acaben siendo absorbidos por el material, provocando la muerte de algunos de los animales que los consumen e incluso llegando a encontrarlos, finalmente, en nuestros platos de comida.

El detrimento que provocan los microbeads al medio ambiente está bien documentado. Aun así, muchas compañías continúan poniendo estas minúsculas esferas de plástico en sus productos. Científicos de la Universidad de Bath dieron con una solución. Han creado unos microbeads a partir de celulosa, haciendo que su alternativa sea tanto biodegradable como respetuosa con el medio ambiente.

Se calcula que una simple ducha puede contaminar el océano con 100.000 partículas de plástico, según una cifra citada en el estudio hecho por la misma universidad. De esta forma, un equipo de investigación académico desarrolló una nueva vía para producir continuamente microbeads biodegradables. Lo hacen mediante la disolución de celulosa, reformulándola en pequeñas esferas que tienen forma de gota. Afirman que su proceso es escalable y que pueden extraer la celulosa de productos residuales provenientes de la industria de fabricación de papel. Estos productos residuales ofrecen una fuente renovable de celulosa.



Los microbeads biodegradables permanecerán cuando hagamos una ducha, pero en las depuradoras de aguas serán descompuestos por los microbios con los que se tratan. Si no es así y consiguen llegar al medio ambiente, las pequeñas esferas se descompondrán de forma natural en un pequeño periodo de tiempo. La científica Janet Scott, que trabaja en su desarrollo, comentó que se degradarían en una especie de “azúcares inocuos”.

En unas declaraciones recientes dijo: “los microbeads utilizados en la industria cosmética están normalmente hechos de polietileno o polipropileno, que son unos productos baratos y fáciles de producir. Sin embargo, estos polímeros derivan del petróleo y requieren de centenares de años para que se descompongan en el medio ambiente. Esperamos que, en el futuro, estos microbeads hechos de celulosa puedan sustituir directamente los que están hechos de plástico”.


Cabe remarcar que la reducción del empleo del plástico en todas las áreas de la sociedad, conjuntamente con su correcto reciclaje, son dos de los puntos fundamentales que todas las instituciones e informes sobre el sector citan cuando hablan de la lucha contra el deterioro del medio ambiente.

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